La crónica



    

ROSARIO DE MONTESIÓN VISITA TRIANA

Hay fechas, momentos o vivencias en la vida que dejan huella, que quedan grabadas y pasan a formar parte de nuestra historia. Podría asegurar, casi sin temor a equivocarme, que la jornada de ayer 1 de noviembre es una de esas que dejan huella en la vida de un sevillano más aún si es cofrade.
La cita era temprano, las seis y cuarto de la mañana,  pero daba igual. El lugar una calle con solera y sin duda, eminentemente cofrade. La calle Feria. Allí estaban citados los hermanos de Monte-Sión. Su virgen del Rosario se disponía a realizar como cada primero de noviembre su Rosario de la Aurora. Pero éste iba a tener un sabor especial porque su destino era el barrio de Triana. El recorrido era de lo más romántico: Feria, Castelar, Plaza de San Martín, Cervantes, San Andrés...hasta llegar a la Plaza de la Magdalena para embocar San Pablo, Reyes Católicos y llegar quizás al zenit, cruzar el Puente de Triana, llegar al Altozano y recalar en la capilla de la Estrella. Y eso sucedió poco antes de las 9. 
Bajo ese recoleto pero hermoso palio que diseñara y ejecutara para Ella  José Ramón Paleteiro, ese que evoca a épocas pasadas, tan hermosa como siempre aparecía la reina de la calle Feria. Era sábado, pero con mucho sabor y esencia de Jueves Santo. La estampa que vimos y vivimos quienes allí nos dimos cita era inolvidable. Por vez primera en su historia la virgen del Rosario cruzaba el puente para llegar a  Triana y sus hermanos tuvieron el enorme gesto de arriar el paso justo delante de la capilla de la virgen del Carmen. 
A su llegada a la Plaza del Altozano la esperaba la Escolanía de la hermandad de la Estrella. Así, escoltada por los niños que no pararon de cantarle, llegó la virgen hasta la capilla. Una vez en dentro, la virgen ocupó la capilla sacramental, a la izquierda de Nuestro Padre Jesús de las Penas y María Santísima de  la Estrella. 
En una capilla abarrotada se encontraban dos hermandades que cuentan su historia por siglos. Seguidamente se ofició una misa cantada en la que, además de los hermanos mayores de la Estrella y Monte-Sión se dieron cita también los hermanos mayores de San Gonzalo, Sagrada Columna y Azotes y del Rosario de Linares. Nadie quiso perderse ese momento histórico en la vida de estas dos corporaciones. La capilla estaba hermosamente decorada. Solo unas pocas horas antes el cardenal emérito Fray Carlos Amigo había oficiado una misa con motivo del decimoquinto aniversario de la coronación canónica de la Estrella. 
Una vez finalizada la Eucaristía, habló Manuel Soto. El hermano mayor de Monte-Sión, muy emocionado,  agradeció, en primer lugar la gran acogida y sobre todo el cariño recibido por parte de la hermandad de la Estrella, aludiendo a los lazos que unen a las dos corporaciones.
Y no son pocos. Ciertamente, el motivo de la visita de la virgen del Rosario a la Estrella fue que ambas dolorosas conmemoraron el 31 de octubre el aniversario de sus coronaciones canónicas (15 años la Estrella y 10 años la virgen del Rosario), aunque existen más lazos. En el año 2010 ambas hermandades celebraron conjuntamente el 450 aniversario fundacional. La Semana Santa de aquel año, la junta de gobierno de Monte-Sión acompañó a la Estrella durante todo el recorrido y el Jueves Santo la junta de gobierno de la Estrella hizo lo propio con los hermanos de la calle Feria. Como nota curiosa y para todos aquellos que no lo sepan, ambas dolorosas portan el mismo llamador en sus respectivos pasos. La única diferencia entre ambos es que en el llamador de la Estrella aparece labrada la frase "Rosario de Monte-Sión" y el de la virgen del Rosario lleva la letanía "Estrella de la Mañana".
Cuando finalizó tomó el relevo Manuel González (hermano mayor de La Estrella) quien aseguró estar viviendo con esta histórica visita, un sueño, agradeciendo el esfuerzo realizado a todos sus hermanos. En cuanto a la enorme acogida lamentó el no tener más espacio aunque aludió a que ambas son grandes hermandades con pequeñas capillas. 
Como broche de oro Manuel Soto hizo entrega a Manuel González un rosario para la virgen de la Estrella como recuerdo de esta jornada histórica, gesto que fue correspondido por La Estrella quien a través de su hermano mayor le entregó una estrella, similar a las que lleva en su pecherin cada Domingo de Ramos y tras escuchar una saeta dedicada a la virgen del Rosario, la dolorosa de la calle Feria puso rumbo hacia su capilla. Se ponía así el punto final a una jornada intensa y muy emotiva. De esas que dejan huella en la memoria y en el corazón. 

Carmen Rocío Vázquez

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